Copacabana
Copacabana es la principal ciudad boliviana a orillas del Lago Titicaca. Copacabana se encuentra a 3810 metros sobre el nivel del mar (12500 pies), en la bahía entre el Monte Calvario y el monte Calvario Niño. La población es de aproximadamente 6000 personas.
Las dos civilizaciones principales en la región del Titicaca, antes del Imperio Inca, fueron el Tiahuanaco y los aymaras.
El nombre de Copacabana se deriva del aymara Kotakawana, que significa "vista al lago". Otra interpretación era “el Dios de la fertilidad” en la antigua mitología andina, y todavía reside en el Lago Titicaca.
El sol, la luna, y la tierra eran los dioses de estas dos civilizaciones a los cuales adoraban en el momento.
La Basílica "Nuestra Señora de Copacabana" es el sitio cultural más importante de la región, terminado en 1619, es una de las iglesias más antiguas de Bolivia. La Basílica fue construida sobre el templo Kotakawana y alberga la estatua de "La Virgen de la Candelaria."
La mejor vista de la ciudad desde la cima de la colina Cerro Calvario, con vistas a toda la ciudad, desde allí, se pueden tomar fotografías de postal. Copacabana está lleno de tiendas de recuerdos, hostales y restaurantes.
La Isla del Sol
Situado en la parte sur del Lago Titicaca, Isla del Sol es una isla rocosa y montañosa cubierta por eucaliptos. Durante el Imperio Inca, se creía que el dios del sol nació aquí, y la zona es el hogar de más de 80 ruinas. Entre ellos se encuentran la notable Roca Sagrada, un edificio laberíntico llamada chicana, así como Kasa Pata y Pilco Kaima.
La economía actual está impulsada principalmente por el turismo, pero la agricultura y la pesca de subsistencia siguen siendo ampliamente practicadas.
La Isla de la Luna
A la Isla de la Luna sólo se puede llegar por barco. Es uno de los sitios más sagrados de la cultura andina, donde todavía se encuentra el llamado Palacio de las Vírgenes del Sol.
La belleza natural de estas islas, así como de las impresionantes vistas de los Andes de Bolivia y Perú, y la península de Copacabana son imposibles de describir. Uno tiene que sencillamente experimentarlo.
