Cusco
Cusco, “La capital arqueológica de América”
Cusco se encuentra a 3 300 metros (10 826 pies) en el Valle Watanay, una vez conocido como “El lago Ballivián” fue un gigantesco lago glaciar. El centro de la ciudad conserva muchas construcciones, plazas y calles de las épocas pre-colombinas y coloniales y como tal de gran importancia por su antigüedad. Cusco fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983.
Cusco es considerada como la ciudad habitada existente más antigua de las Américas y en 1933 el Congreso de Americanistas declaro a Cusco como la Capital Arqueológica de América. Una vez capital del Imperio Inca, Cusco es hoy en día es el centro de los estudios Incas y el destino turístico más importante del Perú; más de dos millones de personas visitan Cusco cada año.
Los primeros Incas llegaron a Cusco alrededor del siglo 13. Según la leyenda, Manco Capac y Mama Ocllo emergieron del Lago Titicaca en Puno llevando un bastón de oro. Fueron enviados a la Tierra por su padre “el Sol” para llevar cultura a ese mundo de barbaros. Su misión fue encontrar el mejor lugar para crear una nueva ciudad, un lugar donde el bastón de oro se hundiera en la tierra. En su larga y lenta misión (alrededor de 500 km o 300 millas), tomaron la ruta sobre el paso de la Raya. Con el tiempo llegaron a la colina de Huanacaure, donde finalmente el bastón de oro se hundió en la tierra. Fue ahí donde la actual ciudad del Cusco fue fundada.
Los arquitectos incaicos le dieron la forma al Cusco de un puma agazapado o un león de montaña. Para los incas, el puma era considerado como una deidad. En la mitología Inca, la dualidad del cosmos era muy importante. Los dos reinos fueron divididos en parte superior e inferior, representados con el cóndor (mundo de arriba), puma (tierra externa) y la serpiente (tierra interna). El nombre de Pumakurko (columna del puma) se usa hoy en día, y es el nombre de una famosa calle de Cusco.
En la antigüedad, las calles de Cusco eran angostas, generalmente rectas y pavimentadas. Las paredes de las construcciones en la zona central de la ciudad estaban hechas de piedras talladas, mientras que en los suburbios tenían paredes hechas de adobe.
Durante la conquista española, muchos de los templos Incas fueron destruidos y así construir Iglesias Católicas o mansiones para los nuevos gobernantes. Los españoles utilizaron los muros Incas restantes como base para la construcción de una nueva ciudad, que ahora refleja una mezcla de influencia española y arquitectura indígena de los Incas. Este enfoque se ve más fácilmente en los barrios de Santa Clara y San Blas.
Entre los muchos lugares de interés turístico en Cusco, las iglesias y los templos son lo más atractivo – por ejemplo la Catedral localizada en la Plaza de Armas, el Museo de Arte Precolombino, y el impresionante Templo del Koricancha (Templo del Sol). Durante varios terremotos que han azotado Cusco a través de su larga historia, las edificaciones construidas por los incas han probado ser más resistentes que las coloniales.
Alrededor de la ciudad del Cusco se encuentran varios restos arqueológicos incaicos: Qenko, Pucapucara, Tambomachay y Sacsayhuaman. Entre ellos el más impresionante es Sacsayhuaman, una fortaleza con muros gigantes hechos de rocas que pesan entre 90 y 120 toneladas. Hoy en día, aún se desconoce cómo estas piedras fueron transportadas.
La vida nocturna de Cusco es una de las más famosas y con escenas más prosperas que se encuentran en América del Sur. Con abundantes clubs nocturnos, restaurantes, bares y lounge, Cusco cobra vida por las noches; las vistas, sonidos, y las experiencias en Cusco hacen un ambiente fascinante y vibrante.